La rabia es una zoonosis, es decir, una enfermedad infecciosa transmisible que puede llegar a ser fatal y se produce por el virus rábico. Esta, afecta a los animales de sangre caliente incluyendo al hombre, afirma el Ministerio de Salud y Protección Social.
La transmisión al hombre se produce casi exclusivamente por la mordedura de un animal rabioso. En Colombia, se han identificado dos tipos de transmisión principales: Por una parte, el ciclo urbano, el cual se origina entre especies susceptibles (perro a perro, gato a gato). Y por la otra parte, nos referimos al ciclo silvestre, el cual circula originalmente entre murciélagos, afectando a otras especies animales y seres humanos.
Si sufriste una mordedura por un animal, presta atención a los signos y síntomas de la rabia:
Si sufriste una mordedura de un animal tenemos algunas recomendaciones importantes para actuar en el momento del suceso y evitar infecciones o complicaciones en salud:
Acude al centro médico o institución de salud más cercana para recibir la atención necesaria, especialmente si los signos y síntomas anteriormente mencionados persisten o empeoran. Sigue las instrucciones del profesional que puede incluir la aplicación de vacunas antirrábicas u otras medidas.
Existen diferentes medidas de prevención para la rabia, sin embargo, el método más eficiente de evitar la rabia en los humanos es la prevención de la enfermedad en los principales transmisores para el hombre (perros y gatos) mediante la vacunación.
Esta medida debe ser complementada con la regulación sobre la tenencia de mascotas, el control de animales callejeros, la esterilización quirúrgica, la información, educación y comunicación oportuna a la comunidad, y demás actividades consignadas en el manual técnico y operativo de rabia.
En cuanto a la rabia silvestre, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) recomienda que no se manipulen animales silvestres mantenidos o no en cautiverio. Los perros y los gatos deben ser vacunados a los tres meses de edad, revacunados al cumplir un año de edad y, posteriormente, cada año.
¡Evita entrar en contacto directo con perros y gatos desconocidos! Ni animales silvestres como zorros y murciélagos.
¡Tu bienestar y el de los que amas va primero!