Las mamas están compuestas por tres tipos de tejido: fibroso, glandular y graso o adiposo. Estos, se encargan de sostener las mamas, de la producción de leche materna y de darles tamaño y forma. Con base en estas se calcula la densidad de la masa, la cual muestra la proporción de tejido glandular y fibroso en comparación con la cantidad del tejido graso, esto se puede observar mediante un examen de seno que probablemente hayas escuchado antes: la mamografía. La densidad de las mamas es uno de los factores determinantes a la hora de contraer cáncer de mama.
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De acuerdo con la Sociedad Argentina de Mastología, actualmente la recomendación general es que las mujeres a partir de los 40 años se realicen la mamografía anualmente, sin embargo, debes tener presente si en tu familia hay antecedentes de cáncer de mama u ovarios. En ese caso te recomendamos hablar con tu médico y realizarte las mamografías una vez al año iniciando a los 30 años o de forma más temprana.
Este es un tipo de especialidad médica que se centra en el cuidado de las mamas, sus funciones y el tratamiento de enfermedades de estas. Asimismo, un mastólogo o mastóloga es el profesional indicado a la hora de diagnosticar y tratar una patología que se detecte en las mamas.
Cuando pensamos en enfermedades de las mamas generalmente la primera que se nos viene a la mente es el cáncer de mama, una de las principales causas de mortalidad en las mujeres. Sin embargo, existen otras afecciones que se pueden presentar en la mama y que son tratadas en la mastología, como:
Primero, debes tener en cuenta que no debes esperar hasta que encuentres algo sospechoso en tus senos para asistir a un profesional de esta área. La prevención es fundamental, por ello como te indicamos anteriormente, debes asistir a un especialista para realizarte un chequeo de mamas a partir de los 40, especialmente si alguno de tus familiares tiene antecedentes de cáncer de mama, en ese caso debes acudir al menos 10 años antes de los cuarenta.
Por ello, a partir de esta edad te aconsejamos visitar un mastólogo 1 vez al año para realizarte tu chequeo anual preventivo, o consultarlo ante cualquier patología mamaria de la que tengas sospecha tras realizarte una mamografía o el autoexamen.