Se presenta en una actividad sexual, cuando un niño o niña no da su consentimiento de manera voluntaria o informada, ya que su incapacidad para otorgarlo radica en su edad y desarrollo, así como su vulnerabilidad frente a esta situación. Este tipo de abuso es una violación grave en la integridad de un niño y sus derechos, convirtiéndolo en un problema legal y no solo moral. A nivel mundial, es considerado como un delito.
En este blog encontrarás información que te permitirá conocer cómo se puede prevenir el abuso sexual infantil, cómo se manifiesta, cómo afecta a los niños, cuáles son las causas, cuáles son los factores de riesgo, signos y síntomas, cómo tratarlo, cuáles son las cifras en Colombia y sus leyes.
A través de tocamientos no deseados, explotación sexual en línea o actos sexuales forzados. La falta de consentimiento por parte de los niños es la clave para distinguirlo de otras actividades sexuales, legales y consensuadas.
El abuso sexual deja secuelas psicológicas y emocionales en los niños que son víctimas, ellos pueden experimentar trastornos de ansiedad, depresión, dificultades en su desarrollo cognitivo y/o emocional, profunda tristeza y pérdida de confianza en sí mismo, en los demás y el entorno. Por otra parte, las secuelas también pueden ser físicas en algunos casos y además pueden llegar a afectar la vida del niño cuando sea adulto, en cuanto a sus relaciones personales y calidad de vida.
Es importante recalcar que el impacto de este tipo de abuso se extiende hasta los miembros que conforman la familia de la víctima, quienes experimentan a su vez un sufrimiento emocional y el comportamiento o dinámica en familia suele alterarse. La comunidad por su parte comparte dicho sufrimiento, ya que al permitir que ese abuso persista, crea un ambiente de miedo y desconfianza en la sociedad, por lo cual es importante prevenirlo y erradicarlo para beneficiar a las víctimas, a la comunidad y la sociedad.
Las causas son multifacéticas y complejas, entre las que se encuentran trastornos de la personalidad, adiciones, impulsividad, antecedentes de abuso sexual y problemas de salud mental en los perpetradores. Por otro lado, la falta de supervisión adecuada en los niños, la falta de educación sobre la prevención son otros factores sociales que contribuyen al problema.
Los signos varían según la personalidad y edad del niño o la niña, y pueden ser evidentes o sutiles; no obstante, la detección temprana es fundamental para protegerlo e intervenir. Algunos de ellos son:
Por otra parte, es recomendable estar alerta y dispuesto a escuchar a los niños cuando tengan preguntas o malestar.
El tratamiento se centra en el bienestar de la víctima y se realiza por profesionales especializados en abuso infantil, en primera medida, con atención médica para identificar y tratar posibles afectaciones físicas en los menores. En segundo lugar, se ejecuta una terapia psicológica, que puede ser de forma individual, familiar o grupal, para revisar las secuelas psicológicas y emocionales. Esta depende de las necesidades de la persona afectada y su familia. Así mismo, el apoyo emocional constante por parte de su familia, círculo cercano y la comunidad es clave para su proceso de recuperación, ya que es indispensable promover un ambiente de comprensión donde los niños y las niñas se sientan escuchados y garantizar su seguridad para prevenir cualquier tipo de contacto con el agresor.
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Ahora que ya sabes todos los conceptos, desde EPS Famisanar te invitamos a informarte sobre cómo prevenirlo, a través de educación y la concienciación de la comunidad. A continuación, te brindamos algunas recomendaciones:
De acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, se registraron:
¡Queremos niños y adolescentes sanos y salvos!