¡No se valen las excusas! Ten en cuenta que siempre deberás estar guiado por un profesional en salud, pues de acuerdo con tu estado físico te recomendará cuales son los ejercicios adecuados para ti, por supuesto, de esta manera evitarás dolores o lesiones innecesarias.
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¿Por qué realizar actividad física vale la pena?
Muy sencillo, ¡beneficios por montones! Recibes ventajas únicas a nivel físico y mental, mejoras aspectos como tu flexibilidad, resistencia o fuerza y, lo mejor de todo, previenes enfermedades y complicaciones en salud.
¡Menos generalidades, más motivación! Nuestros médicos prepararon para ti una lista con 10 beneficios en salud que te brinda realizar actividad física diariamente. Acompáñanos en este recorrido donde elevar tu calidad de vida la mayor motivación:
- Mejora la habilidad y capacidad cognitiva, estimula las funciones del cerebro permitiendo una mayor y mejor conexión entre las neuronas.
- Reduce el estrés y la ansiedad, libera hormonas que generan felicidad, placer y efectos analgésico como la dopamina, serotonina y endorfina.
- Ayuda a mantener un peso saludable, reduce la probabilidad de sufrir obesidad.
- Favorece el sistema respiratorio, protege al corazón y evita los ataques cardíacos, derrames cerebrales.
- Mejora los niveles de colesterol y reduce la alta presión sanguínea.
- Disminuye la posibilidad de desarrollar algunos tipos de cáncer como el de colon, pulmón, estómago, seno, vejiga, entre otros.
- Fortalece tus músculos y huesos, el proceso natural de envejecimiento puede debilitarte, pero la actividad física retrasa la pérdida de densidad ósea y previene lesiones o fracturas en diferentes zonas del cuerpo.
- Estimula al cerebro permitiéndote una mayor concentración y memoria por lo que la productividad y el alto rendimiento sí es posible en el estudio o a la hora de trabajar.
- Eleva la autoestima, si bien es cierto que realizando ejercicio nuestro cuerpo empieza a tonificarse y lucir mejor, también debemos hablar del efecto que brinda en cada uno, ya que aumenta la autopercepción y la capacidad de trabajar por una meta.
En esta ocasión queremos compartir contigo un pequeño plan de entrenamiento que podrás realizar en casa, con alguien de tu familia y con toda la tranquilidad del mundo ¿Estás listo?
Paso 1: ¡Calienta! Prevén lesiones y prepárate para la rutina:
- Debe ser rápido y sencillo, recuerda que únicamente es una preparación para tu rutina, no es necesario realizar un alto desgaste físico. Suelta y relaja los músculos, procura preparar la gran mayoría de músculos y articulaciones, desde la cabeza y el cuello hasta las piernas.
- Combina y mezcla los calentamientos a tu gusto, sorprende a tu organismo todos los días de una manera distinta, encuentra la mejor forma para entrar en calor.
- Aumenta tu ritmo cardíaco y haz que tu corazón bombee, de esta manera activarás tu sistema nervioso.
- Identifica el momento en que estés preparado para comenzar tu rutina, si aún tu cuerpo no está sudando o estás temblando, es probable que aún no estés listo. Concéntrate y aleja cualquier tipo de distracciones.
Paso 2: ¡Cuidemos tu salud cardiovascular!
- Sube escalones. Si no tienes un step no te afanes puedes realizar unas pequeñas subidas a un escalón primero con una pierna y luego con la otra durante 30 a 60 segundos, luego deberás repetir el ejercicio entre 3 a 5 veces.
- Eleva tus rodillas. Por un periodo de 30 a 60 segundos de 3 a 5 veces te invitamos a elevar las rodillas por encima de la cintura manteniendo tu cadera derecha. Este es un gran ejercicio para mejorar y fortalecer los miembros superiores y tu coordinación.
Paso 3... ¿Qué tal un poco de fuerza? Si tu médico lo permite anímate.
- Sentadillas. Utiliza una silla para apoyarla contra la pared y realizar las sentadillas como si fuera a sentarte completamente, ten en cuenta que no podrás apoyar las manos o brazos en la silla ni despegar los talones del piso. Repite durante 30 a 60 minutos de 3 a 5 veces.
- Curl de biceps. Utiliza botellas llenas de agua o unas mancuernas de poco peso y realiza 15 a 20 repeticiones 3 a 5 veces.
- Abdominales. Utiliza una silla, eleva tus rodillas y llévalas al pecho de 15 a 20 veces en 3 a 5 series.
Paso 4: ¡No te olvides del estiramiento!
- Ten en cuenta que los ejercicios de flexibilidad y estiramiento mejoran tus actividades diarias y te ayudan a facilitar labores como vestirte y alcanzar objetos; cada ejercicio debe durar entre 12 y 15 segundos. Recuerda realizarlos al terminar cada sesión de ejercicios.
- Siéntate y extiende las piernas, dobla una de tus piernas y gira tu cuerpo hacia el lado contrario, mientras la otra permanece estirada o doblada. Eleva tu cabeza, mantente en esta posición por 10 segundos y cambia de pierna. Repite esta actividad 10 veces.
- Acuéstate boca arriba y extiende las piernas, luego súbelas a 180 grados e inclina tu columna hacia delante. Recuerda que tus brazos deben estar estirados y en posición paralela al piso. Quédate así entre siete y ocho segundos. Repite esto de 10 a 15 veces.
Todo listo, en tus manos está la decisión de transformar tu calidad de vida. Recuerda la importancia de primero consultar con tu médico tratante qué tipo de ejercicios puedes realizar y busca orientación con un instructor de deportes o gimnasia para conocer más movimientos que te permitan encontrar grandes beneficios en salud.
¡Tú te ejercitas, nosotros sonreímos!