Las drogas, sustancias psicotrópicas, sustancias psicoactivas o SPA “Es toda sustancia que introducida en el organismo por cualquier vía de administración (ingerida, fumada, inhalada, inyectada, entre otras) produce una alteración del funcionamiento del sistema nervioso central del individuo, la cual modifica la conciencia, el estado de ánimo o los procesos de pensamiento”. Asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS)
De acuerdo con la OMS, las sustancias psicoactivas se pueden clasificar de la siguiente manera:
La dependencia puede darse de manera abrupta o progresivamente según la sustancia(s) que se estén usando, de acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social. Al interrumpir el consumo, pueden aparecer síntomas físicos y/o psicológicos, también conocidos como signos de abstinencia, como, por ejemplo, sudoración, temblores, ansiedad, náuseas, agitación, entre otros.
Por otra parte, afirma el MinSalud que, la vida cotidiana de un consumidor dependiente empieza a girar en torno al consumo de sustancia, y se entra en el círculo vicioso de conseguir – consumir – conseguir. El consumidor siente que es imposible resistir el deseo de consumir, que ha perdido el control; siente una fuerte ansiedad al bajar el efecto que solo se alivia al consumir de nuevo.
Dependencia física: Hace referencia a un cambio permanente en el funcionamiento del cuerpo y del cerebro. Se da cuando ya se ha generado una tolerancia a hacia la sustancia, por lo tanto, el cuerpo cada vez necesita una dosis mayor para sentir los efectos deseados. Al dejar de consumir, el cuerpo reacciona con síndromes de abstinencia o retirada. No todas las sustancias la producen (ejemplo, nicotina, heroína y derivados opiáceos).
Dependencia Psicológica: La producen todas las sustancias a excepción de los hongos. Se evidencia porque la privación de la sustancia produce malestar, angustia, irritabilidad y depresión, por lo tanto, para evitar estos malestares, se busca la manera de consumir permanentemente. Se piensa que “no se puede vivir” sin consumir y todo lo que esto implica.
Aunque estas bebidas no sean tan nocivas y adictivas como las bebidas alcohólicas o las sustancias psicoactivas, suele existir otro tipo de dependencias a ellas. La gente suele acostumbrarse físicamente a ellas para enfrentar situaciones cotidianas como el estrés, cansancio físico, situaciones de alto riesgo, insomnio y otros, por lo que se acostumbran equivocadamente a este tipo de productos, cayendo en el abuso de sustancias psicoactivas.
Sí, es peligroso, debido a que las bebidas energizantes son bebidas estimulantes, y las alcohólicas son bebidas depresivas que al ser mezcladas pueden inhibir los efectos del alcohol aumentando el consumo de este. Además, puede aumentar el riesgo de sufrir un coma etílico, además de un posible infarto, ambas sobre el mismo órgano (el corazón).
Por esta razón, las bebidas energizantes NO deben ser consideradas ni consumidas como uso recreativo, tampoco deben ser consumidas por diabéticos, hipertensos y cardiópatas. Siempre se debe evitar su consumo si se toma medicamentos y no deben reemplazar en ninguna circunstancia una dieta variada y equilibrada. Se debe tener en cuenta que la carga de calorías es alta, por lo que no es recomendable su consumo en personas que padezcan obesidad o diabetes.
¿Cómo ayudar a mi hijo a salir de las drogas?
De acuerdo con Minsalud, si has comprobado que tu hijo está consumiendo sustancias psicoactivas, es momento de brindarle una mano amiga ¡Conviértete en su mejor amigo, no en su enemigo! El proceso puede ser largo, pero puedes hacerlo mucho más ameno si confías en tu hijo.
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