La sordoceguera es una discapacidad en la que una persona experimenta la pérdida o ausencia o disminución simultánea de la audición y de la visión. Cada persona sordociega puede experimentar diferentes grados de afectación visual y auditiva, así como tener formas de comunicación y contextos propios.
Se caracteriza por la presencia de barreras específicas que dificultan la interacción y desenvolvimiento en el entorno, el acceso a la información, la comunicación y la movilidad autónoma.
En Colombia la Ley 982 de 2005 se establecen normas tendientes a la equiparación de oportunidades para las personas sordas y sordociegas y se dictan otras disposiciones que garantizan los derechos.
El Día de la Sordoceguera se celebra el 27 de junio desde 1990. Según la Declaración de las Necesidades Básicas de las Personas Sordociegas, realizada en Estocolmo (1989), se escogió esta fecha en homenaje al nacimiento de Hellen Keller, escritora, oradora y activista estadounidense.
Comunicación: Utiliza herramientas especiales de comunicación como el lenguaje de señas táctil, el alfabeto dactilológico u otros sistemas táctiles de comunicación.
Accesibilidad: Asegúrate de que los entornos y servicios sean accesibles, proporcionando señalizaciones táctiles, guías o perros de asistencia para que puedan desplazarse y orientarse de manera segura.
Apoyo emocional: La sordoceguera puede generar aislamiento, por lo que es importante brindar apoyo emocional y psicológico para ayudar a enfrentar los desafíos y el estrés asociados.
Educación: Las personas sordociegas requieren programas educativos y recursos especializados, como maestros de educación especial, tecnología de asistencia y materiales adaptados, para garantizar su aprendizaje y desarrollo.
Servicios de rehabilitación: Ofrece servicios de rehabilitación y terapia ocupacional para mejorar su capacidad de comunicación, interacción y desarrollo en su entorno.
Inclusión laboral: Proporciona oportunidades laborales accesibles y adaptadas a las necesidades de las personas sordociegas, brindándoles los recursos y apoyos necesarios para prosperar en el ámbito laboral.
Participación social y cultural: Garantiza la accesibilidad en actividades y eventos culturales, como obras de teatro, conciertos y museos.
Respeto a la autonomía y privacidad: Es fundamental respetar la autonomía de las personas sordociegas y permitirles tomar sus propias decisiones en lugar de asumir sus necesidades y limitaciones.
Utilización de herramientas de comunicación inclusivas: Aprende y utiliza técnicas de comunicación inclusivas, específicas para la sordoceguera, como el uso de lenguaje inclusivo y el braille.
Proporcionar acceso a la información: Asegúrate de que la información esté disponible en formatos accesibles, como el braille, para facilitar su comprensión y acceso.
Informa sobre tu presencia: Puedes tocar suavemente su hombro o brazo para que sepa que estás cerca.
Identifícate: Si ya conoces a la persona y tienen algún método de identificación, continúa empleándolo. En caso contrario, puedes tomar sus manos y hacer el signo que representa tu nombre.
Adaptación de la comunicación: Si la persona usa un audífono, puedes hablarle de forma clara y vocalizando, ya que podrá entenderte a través de él.
Considera el campo visual: Si la persona conserva cierto campo visual, evita salirte de su rango de visión y asegúrate de estar en un lugar bien iluminado para facilitar la comunicación.
Elige el sistema de comunicación adecuado: Juntos, seleccionen el sistema de comunicación más apropiado. Por ejemplo, puedes utilizar el alfabeto dactilológico, que muchas personas sordociegas conocen y pueden utilizar fácilmente.
Despedida: Si tienes que ausentarte, infórmale antes. No es aconsejable dejar a una persona sordociega sola en un sitio desconocido.
¿Cómo promover el bienestar de una persona sordociega?
Sigue estas pautas y promueve el bienestar de las personas sordociegas.
¡Una sola palabra, una sola discapacidad! La Sordoceguera, es una discapacidad única.