La esquizofrenia es un trastorno mental complejo, en cifras, más o menos afecta a 1 de cada 100 personas a nivel mundial. Este trastorno no es una elección de la persona que lo padece ni tampoco una debilidad en su personalidad, se trata de una condición de salud mental y puede afectar a cualquier persona sin importar género, entorno o edad.
Al igual que cualquier enfermedad, la esquizofrenia tiene síntomas que la caracterizan, los cuales vienen siendo una serie de problemas de pensamiento, comportamiento y emociones. Estos pueden variar de persona a persona, pero generalmente implican fantasías, alucinaciones, incoherencia al hablar y una incapacidad deficiente a la hora de tener una vida común y corriente. Te explicamos un poco más de ellos:
Con el paso del tiempo estos síntomas pueden cambiar dependiendo de la gravedad y de su debido tratamiento, pueden tener temporadas o episodios de empeoramiento y remisión de los mismos síntomas.
Estas actitudes y acciones pueden ser muchas veces aterradoras y confusas tanto para la persona que lo está padeciendo como también para su entorno. Si hay un adecuado seguimiento psiquiátrico, con tratamiento y apoyo no solamente de los profesionales de la salud correspondientes, sino también de su grupo familiar, muchas de las personas afectadas con esquizofrenia pueden tener una vida significativa y satisfactoria.
A nivel mundial, la esquizofrenia afecta a aproximadamente 24 millones de personas, es decir, a 1 de cada 300 personas, en lo que traduce a un porcentaje del 0,32% de habitantes. En los adultos, la tasa es de 1 de cada 222 personas, es decir, el 0,45%. Esto traduce que la esquizofrenia no es tan común como lo son otras enfermedades de salud mental.
Lo más usual es que aparezcan los primeros síntomas al final de la adolescencia o entre los 20 y los 30 años, y en los hombres suele manifestarse antes que en las mujeres.
Hasta el día de hoy no se ha evidenciado una causa en específico de la esquizofrenia, aunque hay algunos factores que parecen tener mayor probabilidad de padecer de esta condición. Se trata de una interacción entre la dotación genética y una serie de factores ambientales. Los factores psicosociales también pueden desencadenarla y el consumo excesivo de cannabis se asocia con un riesgo elevado de padecer el trastorno.
El tratamiento para la esquizofrenia puede variar tanto en métodos como en porcentajes, depende del nivel de gravedad y de la etapa de vida del paciente. Por lo general, suele incluir medicamentos antipsicóticos, terapia psicológica y apoyo social. Cabe resaltar que el diagnóstico oportuno y la detección temprana son fundaméntales para garantizar un tratamiento efectivo.
Muchas de las personas que sufren de esquizofrenia pueden manejar sus síntomas y alcanzar una recuperación significativa. Es importante dejar de estigmatizar la enfermedad y brindarle aquellos que la padecen y la están enfrentando, un entorno libre de prejuicios.
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De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, OPS, es uno de los trastornos de salud mentales más graves que pueden sufrir los niños, en donde su cerebro genera pensamientos que pueden ser distorsionados, generando comportamientos y sentimientos extraños e inusuales. Por eso, identificar señales de aviso a tiempo es esencial tanto para su diagnóstico como tratamiento, con el fin de elevar su calidad de vida y desarrollo social y mental a largo plazo. Presta atención a estos síntomas en tus hijos:
Aunque las causas exactas de la esquizofrenia son desconocidas, existen algunos aspectos que pueden aumentar el riesgo de que tu hijo pueda llegar a padecer este trastorno:
Porque tu bienestar y el de tus hijos es nuestra mayor prioridad, aprende a detectar los signos de alarma para recibir una atención oportuna frente a la enfermedad como tratamiento con medicamentos, psicoterapia, educación especializada o grupos de apoyo, entre otros.
Fuentes: CuidatePlus, Clínica Universitaria de Navarra y OMS.
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