Como lo indica Mayo Clinic, la obesidad infantil se da cuando los niños están por encima del peso normal para su edad y estatura. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el exceso de peso como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Esto se adjudica como causa fundamental un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas, secundario a un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico, ricos en grasa, azúcares y sodio, y un descenso en la actividad física. Esta condición conlleva a consecuencias negativas para su salud y bienestar.
Según la Unicef, más del 95% de los casos de obesidad infantil se deben a dietas con alto valor calórico y a baja actividad física. En muy pocos casos el diagnóstico de obesidad está determinado por trastornos endocrinos o factores genéticos.
La obesidad es una enfermedad grave y crónica con el tiempo, puede llevar a complicaciones en la salud, para identificar la causa del problema se debe conocer el entorno del niño, niña o adolescente.
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Si bien unos kilos de más no significan tener obesidad, el aumento de peso no es sinónimo de bien alimentado, se le debe prestar atención, ya que todas aquellas enfermedades que se presentan en adultos, como la diabetes, colesterol y presión arterial alta, pueden empezar a aparecer en niños.
El sobrepeso infantil también puede generar otros inconvenientes tanto físicos como mentales, tales como enfermedades cardiovasculares, asma, trastornos de sueño, mayor probabilidad de tener fractura de huesos, problemas de comportamiento, baja autoestima, entre otros.
La obesidad infantil es un problema que comienza con la unión de muchos factores que dan como resultado llegar al sobrepeso, préstales atención:
Se puede prevenir, siguiendo estas recomendaciones:
El tratamiento del sobrepeso en niños está encaminado a la creación de hábitos de vida saludables, como lo son la realización de actividad física y la adopción de una alimentación saludable.
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