Es como tu computadora central o centro de operaciones, pues se encarga de cada una de las funciones de tu organismo de la mano del resto de tu sistema nervioso. Por eso, controla lo que piensas, sientes o recuerdas y, en ese orden de ideas, también se encarga de tu concentración.

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Sin embargo, si eres de los que se desconcentra con facilidad, no tienes de qué angustiarte, pues existen técnicas y métodos para que la potencies en tu trabajo y no veas afectado tu rendimiento o productividad. Porque tu bienestar es nuestra mayor prioridad, recuerda que, con nuestros Planes de Atención Complementaria (PAC) cuentas con beneficios diferenciales como acceso directo a especialistas y hotelería hospitalaria, así como con una atención integral, exclusiva y con enfoque preventivo para acompañarte en cada etapa de la vida.

Tu bienestar físico y mental es lo que nos mueve. Por lo tanto, en esta oportunidad, nuestros expertos de PAC han preparado para ti una lista de consejos útiles para que, mejores en este aspecto y lleves a otro nivel tu ámbito laboral. ¡Compartimos cada uno de tus sueños, mientras cuidamos tu salud!

¡Cómo no desconcentrarte en 5 pasos!

Empecemos por lo básico, despídete de lo que te distrae. Mientras trabajas evita tener el televisor o la radio encendidas, tampoco estés en redes sociales y aleja tus preocupaciones personales de las actividades que estás desarrollando.
Una cosa a la vez. Enfócate en las tareas de una en una, pues el “multitasking” o multitareas, generalmente, no se le da bien a nadie.
Tu salud sí importa. Procura hacer pausas activas para que, tanto tu cuerpo, como tu cerebro se tomen un merecido descanso. ¡Aprovecha este tiempo para tomar agua, recuerda la importancia de mantenerte hidratado!
Organízate. Es ideal que antes de comenzar con tus labores, construyas un plan para el día priorizando tareas, estableciéndote metas reales y no dejando nada al azar.
En tu tiempo libre haz ejercicios para entrenar tu atención como sopas de letras y crucigramas, jugar ajedrez o terminar un sudoku.

Finalmente, adopta hábitos de vida saludables en cada esfera que te rodea. Aliméntate balanceadamente para que, tu cuerpo cuente con todos los nutrientes y vitaminas que necesita; realizar actividad física frecuente, te ayudará a liberar endorfinas; evita el consumo de sustancias nocivas como el tabaco y el alcohol en exceso y; por último, duerme entre siete y nueve horas cada noche.