Sin embargo, si sientes que no eres capaz de manejar la ansiedad que te genera, hablar en una reunión familiar o presentar un importante proyecto frente tus colegas, puede que estés sufriendo de una fobia social específica.
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Por eso, en esta oportunidad, te contamos sobre los síntomas de la glosofobia y te traemos una serie de recomendaciones que te servirán, de aquí en adelante, para que puedas expresarte en público sin entrar en un pánico desbordado. Igualmente, recuerda que con tu Plan de Beneficios en Salud (PBS) cuentas con una atención de calidad, integral y con enfoque preventivo para ti y quienes más amas. ¡Nos encanta verte saludable y acompañarte en cada paso!
¿Cómo detectarla?
Identifica si sufres de estos síntomas cuando debes hablar en público:
- Como signos físicos puedes empezar a sudar en exceso, te mareas y empiezas a temblar. Igualmente, tienes taquicardia, sientes que te ahogas y se te pone la cara roja.
- En términos psicológicos, te sientes confundido, no te puedes concentrar y tienes dificultad para prestar atención en lo que estás haciendo.
- También, sueles comportarte torpemente, tienes ganas de salir corriendo, te quedas pasmado y en silencio e, incluso, empiezas a tartamudear o a hablar muy rápido.
¡Algunas recomendaciones clave!
Te damos algunos consejos para que la glosofobia no te juegue una mala pasada:
- Lo primero es que conozcas sobre el tema al que vas a referirte para que evites perderte en la exposición.
- Organiza previamente la información que vas a presentar, tanto el orden como las ayudas audiovisuales que necesitas usar. ¡Ten todo bajo control!
- Igualmente, es recomendable que practiques lo que vas a decir varias veces e, incluso, frente a personas en las que confíes. ¡Grábate y detecta qué puedes mejorar!
- Visualiza que todo saldrá bien e identifica qué es lo que más te preocupa para encontrar una solución anticipadamente.
- No te olvides de respirar profundamente, excelente estrategia para relajarte, y concéntrate en lo que tienes por decir y no en la audiencia.
- Por último, no entres en pánico en los momentos de silencio. Respira y retoma el hilo de la conversación.
Ya lo sabes, pon en práctica estos sencillos consejos y potencia tu carrera profesional. Si sientes que con la práctica la fobia no mejora, no dudes en contactar a uno de nuestros profesionales médicos, ya que esos estados de ansiedad y temor exacerbado pueden afectar tu salud física y mental. ¡Estamos para ti!
