De forma regular, bebo agua durante mi jornada laboral, lo que me causa orina y, por desgracia, a veces debo contenerla.

Hay días buenos y otros malos, en algunos, el trabajo y la exigencia laboral son mayores, ya que no tienes una jornada laboral flexible. Lo entendemos y somos conscientes de que debes responder con todas tus obligaciones y rendir de la mejor manera, pero, no puedes descuidar en ningún momento tu bienestar, recuerda que retener orina tiene consecuencias negativas para tu salud.

Por si no lo sabías, es normal que nuestro cuerpo nos pida orinar entre 4 o 6 veces al día, dependiendo de nuestra hidratación, pero a veces nuestra vida laboral nos obliga a aguantar.

La retención de orina y sus causas pueden variar, de hecho, es algo frecuente, pero lo importante aquí no es que sea común, sino preguntarse ¿este hábito puede tener un impacto negativo? Una que otra vez no tiene consecuencias graves, el problema es cuando se convierte en algo más repetitivo, es decir, la retención urinaria crónica.

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¿Qué consecuencias encuentro al retener mi orina?

En primer lugar, debes saber que la vejiga constituye una parte fundamental dentro de tu sistema urinario, ya que permite almacenar líquidos al estirarse y brindar una capacidad de resistencia. Cuando hay entre 150 a 200 mililitros dentro de tu vejiga, empezarás a sentir el deseo de ir a orinar; ¿Has sentido desespero e incomodidad que no es fácil de controlar? Esto sucede cuando tienes entre 400 y 500ml, ya que la presión aumenta cada vez más.

Como lo recomienda La Vanguardia, no debemos llegar nunca a los extremos, y tratándose de aguantar la orina mucho menos, ya que, en el caso más delicado, pero poco usual (debido a la dificultad para poder resistir tanto) se produce cuando tu vejiga resiste más de 1000 ml, ya que puede romperse y necesitar una cirugía.

¿Has llegado a sentir que una carcajada, un estornudo o un movimiento brusco pueden causarte fugas? Evita llegar a este punto, piensa en tu salud y conoce algunas consecuencias que genera la retención:

Mayor probabilidad de sufrir de incontinencia urinaria.
Suelo pélvico debilitado.
Dolor en la vejiga e incomodidad.
Aumenta la posibilidad de tener infecciones.
Se pueden producir cálculos en los riñones y la vejiga.
Debilidad en la vejiga y flacidez.

Ir al baño no debe ser una molestia, te invitamos a destinar, aunque sea 5 minutos durante tu jornada laboral para permitirle descansar a tu vejiga, recuerda que los cambios no vienen solos y este, es el primer paso para tener una vida llena de bienestar.

Ahora que lo sabes, dile adiós a tus malos hábitos y empieza a cuidarte, no esperes a que sea demasiado tarde y tengas problemas físicos. Con tu Plan de Beneficios en Salud te mantenemos informado y te acompañamos en los momentos más importantes, por eso, recuerda que cuentas con un gran equipo de profesionales para cuidar tu salud.