Con apenas 24 años, mi amigo José ya padecía de obesidad, tenía constantemente impulsos de comer, además de desayunar, almorzar y cenar de manera descontrolada, el problema también se producía entre horas, cada que podía estaba abriendo alimentos de paquete, consumiendo “pequeños dulcecitos” y tomando gaseosa, además de despertar una adicción a la comida chatarra.

José no tuvo una buena infancia ni mucho menos una adolescencia agradable, frecuentemente, su estado de ánimo estaba abajo, ¿en dónde encontraba él un escape? En la comida, desafortunadamente lograba canalizar sus emociones en los alimentos, lo que trajo consecuencias negativas para su salud y bienestar.

¿Qué tienen que ver las emociones con los alimentos?

Una persona que no se encuentra con un buen estado de salud mental es más propensa a adquirir malos hábitos alimenticios, en la mayoría de los casos, ansiedad y comida van de la mano ya que comer se convierte en un medio para tratar la carga emocional, sin embargo, a final de cuentas son más los problemas para la salud que se generan y las enfermedades físicas y mentales.

Con esto en mente, podemos afirmar que la relación entre emociones y comida es verídica, la salud mental tiene mucho que ver en cómo nos alimentamos, dando lugar a posibles trastornos emocionales de la alimentación en los que a veces se tienen dificultades para comer en pequeñas cantidades debido a la falta de control sobre las emociones.

Ojo a esto, cualquier emoción puede llegar a generar una atracción hacia los alimentos de manera inconsciente, por ejemplo, el dolor o la nostalgia puede conducirte a comer más. Pero lo ideal, o al menos lo deseable sería que alimentarnos estuviera siempre vinculado con emociones positivas, eliminando la ansiedad y encontrando siempre el momento adecuado para hacerlo.

Échale un vistazo a: ¿Qué son las novedades de afiliación?

¿Cómo puedo controlar mi adicción a la comida?

Identifica cuándo estás comiendo de forma emocional, es importante detectar a tiempo los momentos en que te alimentas únicamente por lo que estás sintiendo, no te dejes llevar fácilmente por lo que llevas adentro y come saludablemente.

La comida no debe ser usada como recompensa o castigo, no se vale tener siempre una excusa para comer en exceso, ¿tuviste un mal día? No es un motivo para generar un desequilibrio en tu alimentación, ¿recibiste una buena noticia? Celébralo saludablemente.
Establece un horario de comidas fijo, autorregula tu organismo y acostúmbralo a recibir alimentos en el mismo momento cada día, de esta manera, no sentirás la necesidad constante de estar comiendo cuando no es conveniente.
Busca ayuda profesional y soluciona tu conflicto emocional, aprender a controlar la ansiedad y los sentimientos negativos es fundamental para regular el consumo excesivo de alimentos, a veces, solo necesitas a alguien que te escuche.

La adicción a la comida es un problema muy común, no pienses que eres el único ni te juzgues, lo importante es reconocerlo, aceptarlo y trabajar en ello. Con tu Plan de Beneficios en Salud contamos con un equipo de profesionales en salud mental que están dispuestos a ayudarte.