¡Nuestros niños libres de Enfermedad Diarreica Aguda!

Última actualización: 11/04/2022

Tiempo de lectura: 2 minutos

Conocida mayormente por su abreviación EDA, la Enfermedad Diarreica Aguda es un problema en salud del que poco se habla y mucho se debe prestar atención. ¿Por qué? Son los más pequeños, los menores de 5 años los que más pueden verse afectados por diversos síntomas y complicaciones.   

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Si de vulnerabilidad hablamos, este grupo es uno de los más preocupantes, ya que es durante los primeros años de vida en donde el cuerpo está en proceso de desarrollo, incluso el sistema inmunológico, por lo que adoptar hábitos saludables y prevenir factores de riesgo de diferentes enfermedades es la clave para mantener a los niños y niñas sanos y fuertes. 

¿De qué se trata la EDA?  

Es una afección que se caracteriza por la expulsión constante de heces con menor consistencia de lo normal, vómito y fiebre. Es ocasionada generalmente por diversos agentes infecciosos como lo son por ejemplo las bacterias, virus o parásitos, no obstante, otras causas como la intolerancia a algunos alimentos o la administración de medicamentos pueden ser razones para tener en cuenta. 

La diarrea puede clasificarse clínicamente de diversas maneras dependiendo del tiempo que puede durar y asimismo de sus características. Sin embargo, vamos únicamente a mencionar 3 de las más comunes, entre ellas, diarrea simple, diarrea con disentería (heces acompañadas con sangre) y, finalmente, diarrea persistente. 

¡El cuerpo de tu pequeño brinda señales clave!  

Si tu hijo o algún menor de edad a tu cuidado presenta alguno de las siguientes señales de alarma, lo mejor será que consultes con tu medico de confianza. Recuerda que, con tu Plan de Beneficios en Salud (PBS) cuentas con un amplio directorio de profesionales, así como con acceso a una atención integral y con enfoque preventivo. Ojo con esto:    

  • Boca seca.    
  • Ojos hundidos.    
  • Poca orina.    
  • Evacuaciones muy frecuentes (más de cuatro en una hora).    
  • Vómito frecuente (más de tres en una hora).   
  • Fiebre alta.    
  • Se muestra letárgico o inconsciente.    
  • Deposiciones con sangre o moco, así como dificultad para beber.   
  • Abdomen aumentado en tamaño.    

Identificar oportunamente los anteriores síntomas reduce la gravedad y duración de la EDA, debido a que un profesional en salud puede actuar rápidamente y sugerir un tratamiento, medicación o dieta con el fin de detener lo más pronto esta enfermedad. 

¡Menos probabilidades, mayor bienestar! 

El cuidado de los hijos es un trabajo que no se detiene, no es de un día ni una semana sino de toda una vida. Por esto, es importante mencionar que existen algunos factores de riesgo que aumentan el riesgo de que los pequeños sufran Enfermedad Diarreica Aguda.  

Es hora de sacar tu libreta y realizar una lista de chequeo:  

  • Si durante sus primeros seis meses de vida no disfrutaron de lactancia materna exclusiva.   
  • Si sufre de desnutrición e inmunosupresión por infecciones virales.   
  • Diarreas que se incrementa en épocas frias o por bacterias en épocas de sequía.    
  • Si se conservan alimentos a temperatura ambiente durante horas.   
  • No lavarse las manos antes de tocar los alimentos para su preparación, así como deficiencias de higiene personal, doméstica o ambiental.   

¡Un equipo que marcha siempre hacia adelante! 

Como todo en la vida, las buenas acciones traen resultados positivos, no nos quedemos de brazos cruzados y comencemos a actuar. Hoy, puede ser el día en que la salud y el bienestar de tus hijos tome un giro de 360 grados. 

¡Adelante! Pon en práctica los siguientes 9 consejos: 

  1. Lava tus manos frecuentemente. Especialmente antes de preparar las comidas, alimentar a los niños, después de ir al baño y luego de cambiar pañales.
  2. Limpia adecuadamente alimentos y utensilios de cocina.  
  3. Mantén las basuras tapadas o en bolsa cerrada.   
  4. No reutilices el agua para lavado ni preparación de alimentos.    
  5. No permitas que los niños jueguen con elementos contaminados.    
  6. Lava frecuentemente las manos de tus hijos y sus juguetes.    
  7. Procura que los niños no caminen descalzos.    
  8. Lava y desinfecta, dos veces al año, los tanques de almacenamiento de agua.   
  9. Utiliza tablas para picar los alimentos en material sanitario, de preferencia plástico, nylon, polietileno o teflón; no se recomiendan las tablas ni utensilios de madera. 

Ante los agentes infecciosos debemos trabajar unidos. No olvides que la mejorar barrera de todas para proteger el bienestar de quienes más amas es a través del autocuidado y los hábitos saludables. En Famisanar estamos para acompañar a todos los miembros de la familia.  

¡Trabajamos por la salud de niños y niñas! 

 

 

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