¿Déficit de atención e hiperactividad en mi hijo?

13/07/2020

Tiempo de lectura:

2 minutos

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una afección crónica y el trastorno psiquiátrico frecuente en lniñez. Por eso, te contamos de qué se trata, cuáles son las señales de aviso, cómo se puede tratar y qué puedes hacer para prevenirlo. 

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Porque el bienestar de tu hijo es un objetivo común, recuerda que con tu Plan de Beneficios en Salud (PBS) cuentas con una atención integral y con enfoque preventivo para que consultes con tu pediatra del Plan Complementario de Famisanar sobre ésta y otras afecciones que te preocupen.  

 

¡Conoce qué es! 

 

Como lo menciona el portal de Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades, esta afección que tiene un origen neurobiológico puede afectar el desarrollo emocional y cognitivo de tus hijos, ya que genera problemas de aprendizaje y de comportamiento, baja autoestima, relaciones interpersonales difíciles y comportamiento compulsivo. A pesar de que no existe una cura concreta para la enfermedad, los síntomas suelen disminuir con la edad junto con un diagnóstico y tratamiento temprano.  

 

¿Cómo identificarlo? 

 

Aunque sabemos que los niños suelen ser inquietos, curiosos y, en algunos casos, hasta distraídos, presta atención a los siguientes síntomas en los más pequeños de la casa: 

  • Le cuesta trabajo permanecer concentrado en la misma tarea o juego. 
  • Comete errores por descuido en sus labores diarias en la casa o en el colegio. 
  • Parece que no te escucha, así le hables directamente. 
  • Se distrae fácilmente con estímulos que no están relacionados. 
  • Le cuesta permanecer en el mismo puesto y se pone inquieto. 
  • Habla demasiado e interrumpe conversaciones. 

 

¡Con estas actividades puedes ayudarlos! 

 

Prueba estos juegos y ejercicios en casa para mejorar la concentración y disminuir la impulsividad en tus hijos: 

  • Ponles ejercicios de punteado y a completar secuencias de trazado.  
  • Invítalos a identificar errores en dibujos sencillos o entre figuras. 
  • Mejora su atención con sopas de letras y crucigramas. Auméntales progresivamente el nivel de dificultad.  
  • Prueba el juego de la carrera despaciosa, en donde gana el último que llegue a la meta con movimientos lentos y controlados. 

La salud mental y física de nuestros niños, niñas y adolescentes es lo que nos impulsa cada día. ¡Conoce las señales de aviso y ayúdalos! 

 

 

 

 

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