Sin embargo, todas las anteriores las podemos controlar, pero te imaginas tener que vivir escondido del sol porque eres alérgico a él. Pues, aunque no lo creas sí es posible y existe la “alergia al sol”, y hace referencia a un grupo de enfermedades que se producen en la piel después de haber estado expuesta al sol.
Vamos a conocer un poco más... ¿Cuáles son sus causas?
Dentro de las principales se encuentran:
- Color de piel. Aunque cualquier persona puede sufrir de alergia al sol, es mucho más común en personas con piel clara.
- Exposición a sustancias como fragancias, desinfectantes o sustancias químicas de algunos protectores solares.
- El consumo de medicamentos como antibióticos o analgésicos.
- Padecer otras enfermedades, por ejemplo, la dermatitis.
- Tener factor hereditario, es decir, que en tu familia haya personas con alergia al sol.
¿Cómo reconocer la alergia al sol?
Para saber si presentas algún tipo de alergia al sol presta atención a los siguientes signos y síntomas de alarma después de exponerte al sol.
- Enrojecimiento.
- Picazón o dolor.
- Pequeños bultos que se convierten en manchas.
- Descamación, costras o sangrado.
- Ampollas o ronchas.
¿Cómo evitar la alergia al sol?
Así como te proteges de otros tipos de alergias, puedes hacer mucho para reducir el impacto del sol en tu piel. Te damos 4 consejos clave:
- Atendiendo las recomendaciones de WebConsultas, evita exponerte al sol entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m.
- Utiliza gafas, ropa que te cubra del sol y suficiente protector solar.
- Evita la exposición repentina a mucha luz solar, es decir, controla el tiempo que te expones, irte de vacaciones no quiere decir que tomes el sol 3 horas seguidas.
- Consulta con tu dermatólogo, él será el indicado para asesorarte y brindarte los consejos necesarios para cuidar tu piel. Recuerda que con los Planes de Atención Complementaria de Famisanar cuentas con acceso directo a especialistas.
Tu salud es nuestra mayor prioridad, protégete del sol
