Alimentarte correctamente te permite mantener tu organismo en buenas condiciones, fortalecer tu sistema digestivo, tener un crecimiento y desarrollo adecuado y, por supuesto, el correcto funcionamiento a nivel cognitivo y motriz.
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¡Comer, un placer con su toque secreto!
La cocción es el proceso mediante el cual se preparan o cocinan los alimentos para volverlos más agradables y seguros. En este, hay una modificación en los componentes físicos y bioquímicos de los productos como el ablandamiento, la disolución o la coagulación.
¡Claro! es importante prestarle atención a qué clase de alimentos estamos incluyendo en nuestra dieta diaria, pero lo es también detenernos y pensar cómo los estamos preparando, ya que podemos aprovechar mejor las propiedades, los micronutrientes y las vitaminas de algunos productos.
La cocción no solo hace que gran parte de los alimentos se vuelvan más sabrosos, sino que el calor permite la eliminación de agentes infecciosos y microorganismos causantes de enfermedades que pueden tener presencia en alimentos crudos. Adicionalmente, la cocción beneficia tu sistema digestivo debido a que las fibras están más blandas.
El tiempo de cocción y el medio, dependerá exclusivamente del tipo de alimento que quieres consumir. No es lo mismo preparar una porción de carne blanca o roja que una ración de pasta o garbanzos, como dicen por ahí “todo tiene su ciencia”.
¡Ojo! No todos los alimentos necesitan cocción, por ejemplo, la mayoría de las frutas se pueden consumir en su estado natural.
¡Aliméntate de forma segura!
- Como lo recomienda EcuRed, opta por el medio más usual de cocción, el acuoso, sumerge tus alimentos en agua hirviendo o en baño maría. La cocción puede realizarse al vapor o en ollas a presión.
- Prepara tus alimentos a la plancha, mediante una cocción a temperatura elevada y de una forma más simple y efectiva.
- Prueba tus comidas a través de la cocción en medio aéreo, es decir, por medio del contacto directo de tus alimentos con una fuente de calor como una parrilla o un horno.
- Asegúrate de adquirir los alimentos y verduras frescos, de igual forma, lávalos en casa antes de su consumo.
- Congela los productos que no vayas a consumir inmediatamente como carne, pollo o pescado.
Conocer la importancia de la preparación de tus alimentos marca una diferencia en la manera en que proteges tu bienestar en cada comida del día. Experimenta, aprende y sé que consciente de que, en cada platillo, estás un paso más cerca de un futuro saludable.
Acompañarte en cada momento importante de tu vida es nuestra mayor motivación, con tu Plan de Beneficios en Salud recibirás los mejores consejos para construir junto con tu familia un futuro lleno de bienestar. Adopta hábitos positivos de alimentación y protege a los que más quieres.
¡Piensa en ti, aliméntate bien!
