Suena el despertador y tus colaboradores se preparan para un día laboral lleno de retos y pendientes. Para nadie es un secreto que el consumo de cafeína en la edad adulta es común y recurrente, por esto, informarse resulta vital ¿ya conoces sus riesgos y beneficios? Explorémoslo juntos.
Te recomendamos leer: ¡Conoce tus derechos y deberes!
¡Conociendo más sobre la cafeína!
Amarga y natural, la cafeína hace parte de los hábitos de consumo diarios de miles de personas. Característica por su efecto estimulante, es una sustancia alcaloide, es decir, elaborada por las plantas y algunos tipos de hongos. ¿Por qué su consumo es tan alto? A medida que pasan los años, la vitalidad del cuerpo va perdiendo su poder, y dentro de los efectos de la cafeína, brindar energía es uno de ellos.
De acuerdo con Mayo Clinic, hablar de cafeína significa mencionar un diverso grupo de componentes, además de los granos de café, se pueden destacar muchos otros como, por ejemplo, las hojas de té, nueces de cola o vainas de cacao. ¡Dato curioso! La cafeína, además de ser natural, también puede ser sintética, y encontrarse en algunos medicamentos, alimentos y bebidas, entre ellas, las energéticas.
Independientemente de su modo consumo, bien sea en polvo o líquido, caliente o frío, al tratarse de un alto contenido puede dar lugar a un rápido aumento de peso y generar problemas en personas con diabetes. ¡Todo en exceso es malo! Y la cafeína no es una excepción.
Pero... ¿Por qué vale la pena consumirla responsablemente? Como el villano de una historia mal contada, la cafeína representa un riesgo en cantidades excesivas, sin embargo, lo que no todos saben es que también puede traer beneficios importantes para la salud.
- Estimula el sistema cognitivo.
- Mejora la capacidad de atención y concentración.
- Brinda energía.
- Reduce el riesgo de accidentes cerebrovasculares.
- Disminuye la probabilidad de padecer la enfermedad de Parkinson.
- Combate la inflamación.
- Favorece el metabolismo.
¡La cara negativa de la cafeína!
Mismo consumo, diferentes resultados, cada organismo responde de diversas maneras al consumo de cafeína, y unos son más sensibles que otros dependiendo de factores como la edad y el peso. ¿Qué cantidad es la recomendada? En adultos, el consumo de hasta 400mg de cafeína al día, es decir, aproximadamente 2 tazas de café. Y en el caso niños y adolescentes, el consumo no debe superar los 100mg.
Esta sustancia no se recomienda a temprana edad debido a que el cerebro está en proceso de desarrollo, por esta razón, niños y jóvenes son más sensibles a sus efectos. Desde hiperactividad, ansiedad y problemas de sueño hasta taquicardia, convulsiones e incluso la muerte, son algunos de los grandes riesgos.
Además de los más pequeños, las mujeres embarazadas y sus bebés pueden estar en riesgo, por esto, si estás esperando a tu pequeño, lo mejor será abstenerte de incluir este tipo de productos. Por otra parte, debe limitarse o evitarse el consumo en cualquiera de estas situaciones:
- Si tu ritmo cardíaco es rápido o irregular.
- Si tomas ciertos medicamentos para controlar el asma o problemas del corazón, así como ciertos suplementos, estimulantes y/o antibióticos.
- Si sufres reflujo gastroesofágico o úlcera.
- Si presentas frecuentemente migraña u otros dolores de cabeza crónicos.
- Si la presión arterial es alta.
- Si tienes problemas del sueño, incluyendo insomnio.
¡Mejor prevenir que lamentar! En cualquiera de los casos, siempre es mejor contar con la supervisión de un profesional, por esto, te recomendamos consultar primero con tu médico de confianza y verificar si el consumo de cafeína pone, o no, en riesgo tu salud.
10 razones para decirle no al consumo excesivo
Minutos después o incluso horas más tarde, los efectos de la cafeína pueden mantenerse entre 4 a 6 horas después del consumo. Piénsalo muy bien antes de actuar, si te pasas de la cuenta en la cantidad, es probable que experimentes estos síntomas comunes:
- Dolor de cabeza, migraña y mareo.
- Dificultad para conciliar el sueño, trastornos como insomnio.
- Deshidratación, ansiedad y nerviosismo.
- Ritmo cardíaco rápido o anormal / taquicardia.
- Malestar o acidez estomacal.
- Aumento en las hormonas del estrés, afectación emocional.
- Inquietud, hiperactividad y temblores musculares.
- Dependencia y adicción, deseo constante de consumirla.
- Elevar la presión arterial.
- Interferencia en la capacidad del cuerpo para absorber calcio.
¿Cómo controlar el hábito de consumir cafeína?
Reducir el consumo de la cafeína puede ser un desafío, y mucho más cuando hace parte del día a día. Por otra parte, es necesario advertir que, una interrupción abrupta en su consumo genera abstinencia y síntomas leves como dolor de cabeza, fatiga, irritabilidad y dificultad para concentrarse en las tareas.
Por fortuna, normalmente estos síntomas no representan un alto riesgo y suelen mejorar con el paso de los días. A continuación, preparamos para ti unos pequeños pasos en caso de que quieras limitar o reducir su consumo:
Paso 1: Establece una meta ¿qué tanto estoy dispuesto a reducir su consumo?
Paso 2: Ve lento pero seguro, reduce las cantidades y frecuencia progresivamente.
Paso 3: Acostumbra a tu organismo a niveles más bajos de cafeína para disminuir posibles efectos de abstinencia.
Paso 4: Contempla la posibilidad de consumir descafeinado, estas bebidas suelen tener el mismo aspecto y sabor que las tradicionales.
En tu lugar de trabajo, en la casa o desde cualquier lugar donde estés, el cambio comienza por ti. Inspira a tus colaboradores, familiares y amigos a comenzar una nueva vida, un camino en el que consumir cafeína se hace de una manera responsable. En Famisanar, contamos con el Plan de Beneficios en Salud, una opción ideal para acompañarte en cada etapa de la vida.
¡Menos exceso, más vida!
¿El café ya no te despierta?
Llénate de energía y combate el cansancio con estos 4 hábitos:
- Haz estiramientos y pausas activas: disminuyen el estrés, fortalecen tus músculos y activan el sistema circulatorio y linfático.
- Desayuna bien: incluye proteínas, carbohidratos de absorción lenta y vitamina C.
- Toma el sol: la exposición directa produce vitamina D. Hazlo con moderación y protección.
- Realiza actividad física: mínimo 30 minutos al día.
¡Los hábitos saludables generan grandes cambios!