¿Te cuesta tener tus piernas quietas?

Pues bien, como su nombre lo indica el Síndrome de las Piernas Inquietas es muy parecido y es una enfermedad que ocasiona el deseo incontrolable de mover las piernas, generalmente debido a una sensación de incomodidad. 

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También conocido como enfermedad de Willis-Ekbom, como lo indica la Clínica Mayo, debes tener en cuenta que puede comenzar a cualquier edad, empeorar con los años e incluso llegar a interrumpir tu calidad de sueño. 

¿Cuáles son sus síntomas? 

Aunque su síntoma más común es la necesidad de mover las piernas, existen otras características que la acompañan: 

• Sensación de mover las piernas por lo general después de haber estado acostado o sentado por largo tiempo. 
  
• Espasmos nocturnos en las piernas. 
  
• Cosquilleo, hormigueo, picazón o dolor en las piernas. 

¿Y por qué sucede? 

Aunque a ciencia cierta no se sabe cuál es su causa principal, puede deberse a problemas relacionados con las células del cerebro y su forma de usar la dopamina, un químico cerebral que ayuda con el movimiento muscular. 

Sin embargo, también puede estar relacionado con enfermedades como la diabetes, párkinson, neuropatía, esclerosis múltiple, embarazo e incluso puede ocurrir en personas que consumen demasiada cafeína o que utilizan ciertos medicamentos. 

Ahora lo más importante ¿Tiene tratamiento? 

Aunque en la mayoría de los casos este síndrome no ocasiona afecciones graves puede llegar a afectar la calidad de vida de quienes lo padecen, por eso será un especialista en salud el indicado en realizar el diagnóstico y recomendarte el tratamiento adecuado para tu estado de salud, el cual en la mayoría de los casos está relacionado con hábitos saludables y en casos extremos medicamentos. 

Antes de finalizar, nuestros especialistas en salud de los Planes Complementarios de Famisanar tienen una guía de recomendaciones que puedes aplicar en caso de que creas padecerlo. 

• Dile sí a los baños con agua tibia y masajes en las piernas para relajar los músculos. 
  
• Aplícate compresas de frio y calor para disminuir las sensaciones, intercálalas entre ellas.  
  
• Realiza mínimo 30 minutos de actividad física al día. 
  
• Evita el consumo de cafeína y alimentos estimulantes como el café, té o refrescos. 

• Mantén unos buenos hábitos de sueño, lo ideal es un espacio fresco, tranquilo y cómodo. 

Ya lo sabes, el diagnóstico te lo dará un profesional en salud, pero tú puedes hacer mucho para cuidar tu salud e incrementar tu bienestar. 

¡Por unas piernas saludables, prevé las venas várices!