Sin embargo, debes tener algo muy presente, el cuidado no termina durante la fase de gestación, pues una vez nacido, debes incluso mantener o aumentar la protección para que tenga un crecimiento y desarrollo adecuado.
Por eso recuerda que una de las mejores maneras para tener a tu bebé en perfectas condiciones y brindarle los nutrientes necesarios, es a través de la lactancia materna, un alimento perfecto para tu recién nacido, que, además de brindarle múltiples beneficios, asegura un gran puesto de salud y bienestar.
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Pero no vamos a entrar en detalles, en esta ocasión queremos ayudarte a conocer o repasar, la técnica adecuada que debes llevar a cabo para realizar una lactancia materna de forma correcta. Presta atención y sigue nuestras recomendaciones:
¡Manos a la obra!
- Debes estar sentada cómodamente en un lugar con espaldar, brazos y pies apoyados.
- El bebé puede estar apoyado sobre una almohada.
- Estimula la zona central del labio superior e inferior del bebé con el pezón, para que el bebé abra la boca y agarre buena parte de la aréola.
- La boca del bebé debe cubrir lo que más pueda de la zona café alrededor del pezón.
- La barbilla debe tocar el pecho.
- El labio inferior debe quedar enrollado hacia abajo y la punta de la nariz puede tocar el seno.
- Debes ver y oír cuando el bebé come.
- La succión debe ser rítmica y sostenida.
- El bebé debe tener la cabeza más alta que el resto del cuerpo y su abdomen debe estar recostado contra tu abdomen.
- Finalmente, el brazo del bebé debe estar “abrazándote” en vez de que quede entre su cuerpo y el tuyo.
Un dato adicional, recuerda que siempre, debes revisar si el labio inferior quedó invertido, en este caso, debes corregirlo, retirando al niño y volviéndolo a poner hasta que tenga un buen agarre.
Te invitamos a que mantengas la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y complementaria hasta los 2 años o más, no olvides que un bebé sano y fuerte es posible mediante una buena alimentación. Si presentas dificultades a la hora de poner en práctica nuestros consejos o notas algún problema físico tuyo o de tu bebé, no olvides consultar a tu médico de confianza.
¡La lactancia materna es la mejor opción!
