Nuestro propósito solo es cuidarte. Para que no caigas en problemas de salud, te informamos sobre lo más positivo y negativo que puede dejar hacer ejercicio en ayunas. Ten en cuenta que sea cual sea tu decisión siempre debes estar asesorado por un profesional en salud.
¡Las dos caras de la moneda!
Si bien es cierto que realizar actividad física en ayunas puede traer desventajas, es también muy positivo. ¿Qué te parece si empezamos por las dificultades y rematamos con lo más positivo? Veamos brevemente cuáles son esas desventajas expuestas por Tua Saúde, para que lo tengas en cuenta:
- Pierdes masa muscular.
- Puedes experimentar náuseas, mareos, e incluso desmayos en el peor de los casos.
- Disminución del rendimiento físico y mental en el ejercicio.
- Bajo ánimo o sensación de desmotivación durante la práctica.
- Aparición de hipoglucemia (bajo nivel de glucosa o azúcar en tu sangre).
¡No te asustes! Como te lo dijimos anteriormente, no todo es negativo, y aunque ya repasamos algunas dificultades que puedes presentar, el cuerpo y la reacción ante el entrenamiento en ayunas es diferente para todos, de seguro que tu cuerpo está fuerte y sano. Veamos ahora, las ventajas que puedes encontrar:
- Ayuda a bajar de peso siempre y cuando sea realizado con baja intensidad, con días de descanso y con orientación profesional.
- Pierdes grasa, pues tu cuerpo la usa como primera fuente de energía.
- Aumentas el gasto calórico, lo que te permite disminuir algunos “kilitos de más”.
- Retrasas el envejecimiento muscular por la liberación de antioxidantes cuando realizas ejercicios de baja intensidad, a un ritmo medio y constante.
- Mejora tu rendimiento aeróbico muscular, lo que favorece la oxigenación de tus tejidos.
- Mejora tu estado de ánimo, te ayuda a afrontar el día con una buena actitud.
¿Cómo puedo hacerlo de manera segura?
- Acostumbra de forma progresiva a tu cuerpo a realizar actividad física en ayunas, un gran paso puede ser empezar a comer una sola fruta antes de hacerlo y disminuir poco a poco la cantidad.
- Establece horarios fijos para esta práctica, tanto de la actividad física como de tu alimentación, asegura que tu cuerpo esté recibiendo adecuadamente los nutrientes necesarios para lograrlo.
- Asegúrate de entrenar por lo menos 4 horas después de la última ingesta de alimentos sólidos o bebidas con poder calórico; tu estómago estará preparado para afrontar esta práctica.
- Comienza con ejercicios de baja intensidad, el cardio es una buena opción para comenzar tu mañana, puedes caminar, trotar a un ritmo constante, montar bicicleta u otros medios.
- Después de cada entrenamiento recupera tus fuerzas, bebe mucho líquido para compensar a tu cuerpo y aliméntate saludablemente durante el día.
Recuerda, de acuerdo con tu organismo podrás encontrar la hora y las condiciones en las que tu cuerpo se sienta mejor para estar activado. No lo dejes en tus manos, tu salud está de por medio, por eso te invitamos a que acudas a un profesional, con tu Plan de Beneficios en Salud - PBS puedes acceder a tu médico de confianza.
¡Es un bueno momento para una pausa activa!
