¿Qué son las enfermedades autoinmunes?
Las enfermedades autoinmunes son patologías en las que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error a los tejidos sanos ya que los confunde con tejidos ajenos. La mayoría de las enfermedades autoinmunitarias producen inflamación que afecta diferentes partes del organismo, según como lo define la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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¿Las enfermedades autoinmunes se pueden clasificar?
Las enfermedades autoinmunes se clasifican en dos grandes grupos:
- Enfermedades sistemáticas: Son las más frecuentes y tienen en común que afectan el sistema inmunológico y con ello pueden afectar diferentes órganos. Generalmente las personas que las padecen son por causa hereditaria o genética. Entre ellas se encuentran, el Lupus Eritematoso Sistemático, Síndrome de Sjögren, Síndrome Antifosfolípidos, Artritis Reumatoide, entre otras.
- Enfermedades autoinmunes órgano-especificas: se denominan así debido a que el sistema inmunológico ataca a un órgano en específico como tiroides, páncreas, piel, nervios etc. Algunas de estas son: Tiroiditis de Hashimoto, Enfermedad de Graves, Enfermedad de Addison, entre otras.
La importancia de una adecuada alimentación en pacientes con enfermedades autoinmunes
Es de vital importancia mantener un peso saludable y adecuada alimentación, ya que en condiciones de sobrepeso y obesidad se puede desencadenar un proceso de inflamación en los diferentes órganos del cuerpo lo cual influye de manera negativa ante la enfermedad.
Recomendaciones para una adecuada alimentación:
- Consumir mayormente alimentos ricos en nutrientes
- Aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra, antioxidantes y fuentes de omega 3, tales como las semillas y frutos secos (maní, almendra, marañón)
- Reducir la ingesta de carnes rojas, azúcares y harinas refinadas
- Procurar que las técnicas de cocción que reduzcan el contenido de grasa, se recomienda cocinar al vapor y en el horno
- Incluir en la alimentación: verduras de hoja verde (espinacas, kale, acelgas), verduras crucíferas (brócoli, repollo, coliflor, coles de bruselas), tomate, frutas (cítricos, manzana), té café, aceite de oliva y de canola, pescados (salmón, atún, sardinas) y legumbres.
- Evitar en lo posible el consumo de: carnes rojas sin procesar y procesadas (hamburguesas, filetes, vísceras, salchichas), alimentos fritos, carbohidratos refinados (pan blanco y pasteles), Bebidas azucaradas y margarinas o mantecas.