¿Qué es la presbicia? Como la define Mayo Clinic, la presbicia es un proceso natural que aparece en el envejecimiento, entre los 40 y 45 años y puede empeorar aproximadamente hasta los 65. Durante este tiempo, la presbicia genera una pérdida gradual en la capacidad de tus ojos que puedes comprobar mediante un examen ocular básico.
Te recomendamos leer: ¡Accede al convenio con Mia Scooters si eres afiliada al Plan Complementario!
Para que lo tengas presente, existen algunos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de padecer presbicia como: la edad, tener otras enfermedades como hipermetropía, diabetes, problemas cardiovasculares, esclerosis múltiple, entre otros, así mismo, algunos medicamentos que pueden generar presbicia prematura como antidepresivos o diuréticos.
¡Te ayudamos a identificar la presbicia!
Si bien este problema visual no se presenta repentinamente ni con unos síntomas fuertes, existen algunos signos que puedes detectar, presta atención y acude a tu especialista en salud visual en caso de tener 1 o más:
- Fatiga o cansancio visual.
- Visión borrosa a una distancia normal.
- Dolores de cabeza después de leer.
- Dificultades para leer o apreciar objetos o cosas en lugares poco iluminados.
- Tendencia a sostener la lectura más lejos para ver con mayor claridad.
Ahora bien, seguro te preguntarás ¿cuál es la causa de la presbicia? Esta, aparece por un endurecimiento del cristalino de tu ojo, el cual se vuelve menos flexible y no logra cambiar de forma para enfocar imágenes a cortas distancias. En un estado normal, el cristalino funciona como el zoom de una cámara, que al enfocar objetos cercanos cambia de forma y su capacidad de enfoque.
¡No te quedes de brazos cruzados, actúa por tu salud!
Aunque la presbicia consiste en un proceso degenerativo que no tiene cura ni es prevenible, tomar acciones positivas en tu rutina diaria puede mejorar tu calidad de vida, es por esta razón que te invitamos a que sigas nuestros 5 consejos para incrementar tu bienestar:
- Realiza controles periódicos de tu visión para conocer el estado de tus ojos, procura hacerlo por lo menos 1 vez al año.
- Evita forzar la vista frecuentemente, toma pausas durante el día, enfoca otros lugares, parpadea y mantén tu ojo lejos de la irritación.
- Limita el tiempo que expones tus ojos a una lectura o actividad minuciosa, cuando adquieres este problema visual debes cambiar tus hábitos visuales.
- Usa gafas o anteojos de lectura recetados por tu especialista en caso de requerirlo, te forzarás menos tu vista y tendrás sensación de alivio cuando leas o realices otra actividad.
- Utiliza lentes de contacto (monovisión o multifocales) si también lo requieres, es otra alternativa diferente a los anteojos.
Si tu visión te impide o limita leer bien, realizar actividades minuciosas o te afecta en cualquier momento de tu día, no esperes para consultarlo con un experto, recuerda que con tu Plan de Beneficios en Salud te acompañamos en cada etapa de tu vida a proteger tus ojos.
¡Juntos cuidamos tu visión!
