Estar atentos a señales de alarma puede marcar una gran diferencia, recuerda que el crecimiento y desarrollo de un niño se ve afectado cuando la violencia pasa los límites, por eso, es deber de todos actuar inmediatamente. Te indicamos algunos indicios:
- El niño se aísla de sus amigos y es poco social con las demás personas.
- Notoria y repentina pérdida de confianza en sí mismo.
- Se ausenta frecuentemente en las clases presenciales o virtuales.
- Evidencias de moretones, quemaduras, rasguños u otro tipo de heridas.
- Miedos inusuales, sentimientos de ansiedad y depresión.
- Cambios en el comportamiento como rebeldía, enojo, hiperactividad u hostilidad.
- Deja de hacer sus actividades preferidas, no disfruta de sus hobbies o su rutina diaria.
- Comportamiento o conocimiento sexual inapropiado para la edad.
- Embarazo o infección de transmisión sexual a corta edad.
- Crecimiento deficiente, sobrepeso o excesivo poco peso.
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¡Unidos hagamos la diferencia! Sí al buen trato
Las buenas acciones hacen la diferencia, ¿Sabías qué, los niños pueden sufrir violencia por parte de su propia familia, amigos, compañeros y hasta profesores? Lamentablemente, no todos contamos con la misma fortuna, mejora la calidad de vida de los más pequeños; sé amable, brinda una sonrisa y regálale momentos únicos a los más pequeños. ¡No más cicatrices! Ni emocionales ni físicas.
Como indica Mayo Clinic, recuerda que tú puedes contribuir, si sospechas o estás seguro de algún caso, no dudes en dejar tu denuncia o acudir inmediatamente a las autoridades competentes. Adicionalmente, ten presente que en Famisanar contamos con una Ruta de Promoción y Mantenimiento de Salud Infantil con la cual buscamos respaldar la salud de los más pequeños a través de la orientación a los padres y cuidadores, ¡Ya lo sabes, es totalmente gratis!
¡Queremos ver a todos los niños felices!