Los deportistas tienden a ser personas saludables, pero esto no significa que no puedan estar expuestos a posibles problemas cardíacos. Se ha comprobado que realizar deporte hasta condiciones extremas puede llegar a ocasionar graves daños al corazón. Por ello, si prácticas deporte con bastante regularidad, te aconsejamos darle prioridad al cuidado cardiovascular. Actualmente con tu Plan de Beneficios en Salud (PBS) cuentas con el asesoramiento de calidad que necesitas para asegurar tu bienestar.
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Antes de comenzar a practicar un deporte de alta intensidad o una nueva rutina de entrenamiento, es importante que te realices una valoración previa del estado de salud, el cual puede incluir un análisis de tu perfil cardiovascular que evaluará algunos indicadores. De esta manera, un enfoque preventivo podrá descartar posibles complicaciones cardiovasculares y otras patologías.
¿Ejercicio moderado o fuerte?
Si realizar ejercicio aún no es un hábito para ti, la recomendación es realizar ejercicio moderado alrededor de 30 minutos diarios, comenzando de forma suave y progresiva.
Desde un punto de vista médico, el ejercicio se puede considerar aeróbico o anaeróbico. Así, el que implica trabajo aeróbico es aquel que por su intensidad requiere principalmente de oxígeno para su mantenimiento. Por su parte, el ejercicio anaeróbico, implica una intensidad elevada. Cualquiera de los dos trae beneficios, sin embargo, el ejercicio moderado y controlado es bueno para el sistema cardiovascular.
¡Observa las pulsaciones!
Por medio del conteo de las pulsaciones cardíacas por minuto es posible identificar si este es suave, moderado o fuerte. Ten presente que la cifra máxima que soporta el corazón cuando está sano es de aproximadamente 220 pulsaciones por minuto.
Como lo indica gCardio, las pulsaciones o la frecuencia cardíaca para un adulto varían entre los 60 y 100 latidos por minuto; cuando se está en reposo una frecuencia cardiaca más baja significa que hay una función cardiaca más eficiente. No obstante, por más amplio que sea el rango de normalidad si tu frecuencia cardiaca en reposo está por debajo de los 60 latidos por minuto es importante consultar con un médico.
¡Hábitos para un mejor rendimiento!
Realizar actividad física no basta para tener un corazón sano, para alcanzar tu mejor rendimiento debes cumplir con ciertos hábitos, como lo son:
- Llevar una buena alimentación. Para esto, el consumo de frutas y vegetales contribuirá con vitaminas, minerales y antioxidantes. También, otro alimento como el pescado aporta Omega3, que permite tener los niveles correctos de colesterol.
- Asistir a chequeos preventivos con regularidad. Consultar a un profesional en salud te permitirá verificar factores como la presión arterial, azúcar en la sangre, y niveles de colesterol.
- Bájale al estrés. Según algunos estudios el riesgo de sufrir un evento cardiaco aumenta cuando hay estrés, debido a que este puede hacer que el corazón palpite fuera del ritmo normal.
- Evita el tabaquismo. Las sustancias químicas que se derivan del tabaco reducen los niveles de oxígeno en la sangre, esto aumenta tu presión arterial y frecuencia cardiaca.
Practicar deporte es un estilo de vida, pero cuidar el corazón debe ser la prioridad. Por eso, la recomendación siempre será llevar una práctica de ejercicio responsable, y aprender a conocer los límites de nuestras capacidades físicas. ¡Por eso cuida tu corazón y di si a los hábitos de vida saludables!
