No te preocupes, darte un pequeño “gustico” de vez en cuando no está mal, somos seres humanos y también necesitamos consentirnos, sentirnos bien y cada cierto tiempo ¿por qué no comer lo que nos hace felices? Es totalmente normal, y ahora que tienes intenciones de mejorar tu alimentación, nosotros queremos ayudarte.
Como lo indica Forbes, el proceso de cambiar tus hábitos de alimentación no es de un día para otro, romper aquella tradición de comida que tenías para crear una nueva requiere de voluntad, paciencia y mucha dedicación.
Queremos darte ánimos y decirte que no eres el único intentando mejorar tu bienestar, y aunque muchas veces sea fácil recaer en la manera en que te alimentas, no es imposible, nosotros creemos en ti.
¿Qué puedo hacer para cambiar mis hábitos alimenticios?
Ahora bien, no todo puede quedarse en palabras bonitas y motivacionales, el cambio comienza desde ya, esfuérzate y realiza los cambios necesarios para conseguir tu objetivo y aliméntate saludablemente. Para ayudarte a conseguirlo ¡Tenemos una sorpresa para ti!
Te recomendamos leer: ¡Con Famimás transporte especial para egreso hospitalario!
Nuestros nutricionistas de los Planes de Atención Complementaria crearon especialmente para ti una serie de recomendaciones que puedes seguir para adaptarte a este nuevo cambio. Presta atención y comienza a aplicarlos:
- Genera un entorno saludable en tu hogar, si no hay tentaciones, no hay problemas, procura no comprar en tu mercado golosinas y alimentos altos en azúcar y grasa, por ejemplo, evita los paquetes de papas, galletas de chocolate, y pequeños dulces.
- Establece pequeñas metas, sé específico y claro con lo que quieres lograr para ti, recuerda que tu proceso debe ser gradual, no puedes cambiar toda tu alimentación de un día para otro, sin embargo, puedes empezar a probar distintas dietas y variar los alimentos de cada comida por algo mucho más saludable.
- Come despacio y con calma, concéntrate en la actividad que estás realizando, cuando tu cerebro se distrae mientras estás alimentándote no recibe la señal de que está lleno, por lo que en definitiva terminarás ingiriendo más comida de lo normal.
- Si el deseo de comer te llama, debes aprender a “picar” o comer entre horas pero saludablemente, no está mal alimentarte en una hora intermedia eso sí, busca snacks saludables o pequeños alimentos como fruta, yogurt natural, frutos secos, etc.
- Mantén un horario definido para comer, no te saltes ninguna comida, en especial el desayuno, esto te puede llevar a tener una sensación de hambre descontrolada que, en últimas, te hará comer más.
- Prepara la comida en casa, nada que sea más saludable que ser tú el autor de tu propia alimentación, evita en la mayor cantidad pedir domicilios u optar por la comida rápida y de sitios poco conocidos. Solo tú eres consciente de que estás utilizando productos frescos y sanos.
- Lleva un registro de tus avances y logros, es importante que te motives en el camino, para que sigas alcanzando esa meta que te propusiste. Puedes probar tomándote fotos a ti mismo en el espejo y hacer una comparación. Además, también puedes reflexionar y analizar sobre cómo te sientes a nivel general ahora que hiciste los cambios.
Tener una vida llena de salud, alegría y por supuesto, bienestar físico, es posible. Dedícate tiempo para ti mismo, mejora tus hábitos alimenticios y sé constante, notarás cambios impresionantes en cómo te sientes contigo mismo.
Con los Planes de Atención Complementaria, además de vivir una experiencia exclusiva y personalizada, cuentas con nuestro apoyo para mejorar tu calidad de vida, recuerda consultar nuestro Directorio Médico PAC.
¡Tú eres nuestra prioridad!